Con la Revolución Industrial, llegaron también los avances en el transporte.
En 1901, en Suecia, se inventó la primera cinta transportadora de acero, la cual transportaba grava y carbón.
No fue hasta 1905 en Irlanda que se empezó a comprobar que podía aumentar el rendimiento en la industria, utilizando una cinta transportadora subterránea que mejoró notablemente la eficiencia de las operaciones mineras.
La primera patente registrada es para un transportador de rodillos en 1908 que permitía el transporte de mercancías mediante rodamientos de bolas internas.
Fue Henry Ford quien, influenciado por los mataderos, instauró las primeras líneas de montaje. Al ser el coche el que se movía y no el operario, se eliminó la movilidad de este último cargando con las herramientas a cada vez que terminaba una pieza y debía ir a por la siguiente. Este hecho redujo el tiempo de fabricación a solo 93 minutos por coche, revolucionando la industria del automóvil, ya que posteriormente, debido a sus buenos resultado, se estandarizaron en todas las fábricas de automóviles.
A pesar de que el inicio se dio en el sector automoción, a día de hoy y gracias a la variedad de aplicaciones que ofrecen las cintas transportadoras, es un punto de referencia en todas las empresas fabricantes de productos; alimentación, pharma, cosmética, plástico….
En el Grupo OSG te aconsejaremos tanto en materiales, como en funcionalidades a la hora de diseñar el sistema de transporte que necesites para mejorar en tus procesos productivos.
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